La Palma
Escuela de Vela Latina
Al igual que en el resto de las islas, entre las embarcaciones que iban a pescar a la costa africana; tanto al ir a la faena como al regresar era frecuente que dos o más barcos compitieran por ver quien llegaba antes. Nos contaba el recientemente fallecido Ramón Vargas Sánchez, marino y persona muy vinculada al puerto, que escuchaba de niño los relatos de como su abuelo Ramón Vargas Pérez, patrón del `Taburiente´[2], y su tío abuelo Benito Padrón González, patrón del `Mosquito´[3], apostaban la noche antes de hacerse a la mar quien llegaría primero a la Costa.
La festividad del Carmen es una de las ocasiones en que se celebrarán regatas de vela latina hasta mediados del siglo XX. Otro de los motivos era la visita de algún barco de guerra como los navíos alemanes, acorazado `Elsa´ y crucero `Nymphe´, en mayo de 1927. En esa ocasión se presentaron en el puerto cuatro botes de vela: `Alfredo´, `Tanausú´, `Osea´ e `Idafe´, habiendo llegado a la meta en primer lugar el `Alfredo´ y en segundo lugar el `Osea´. El ganador obtuvo el premio de una copa de plata donada por la comisión de festejos encargada de agasajar a la representación germana, y un escudo regalado por el comodoro de los buques alemanes.[4]
También, en los programas de festejos organizados con motivo de la Bajada de La Virgen figuran regatas a remo y vela desde las últimas ediciones del siglo XIX hasta mediados del XX, lo que indica que nos encontramos con uno de los primeros actos deportivos de las fiestas. Estos programas se conservan en el Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma:
Según la definición que publica el Diccionario marítimo español publicado por Martín Fernández de Navarrete en 1831, el candray es una embarcación pequeña de dos proas con una o dos velas místicas (latinas) y que pueden llevar cuatro o seis remos. El candray era una embarcación que se usaba en el tráfico interior de los puertos, siendo también utilizada por pescadores y salineros. Tenía un mínimo equipamiento y estaba considerada como la mínima expresión de artefacto flotante. La palabra deriva de la expresión inglesa “can dry” que significa “lata de conservas seca” y era empleada por los marinos ingleses para denominar a aquellos barcos antiguos que navegaban a una velocidad muy baja. Con el tiempo los marinos terminaron llamando coloquialmente “candray” al barco viejo, mal equipado y peor cuidado y por extensión a los “barcos chatarra” que navegan impunemente por los siete mares. Esta palabra es una de las consecuencias de la influencia británica en las islas al igual que el término “cambullonero”, que parece derivar de la expresión inglesa “come buy on” (suba a comprar), con el que se denominaba a la persona, sobre todo en el Puerto de la Luz y de Las Palmas, que se acercaba en pequeñas embarcaciones para comerciar con los buques que fondeaban o navegaban cerca de nuestros puertos.
En el mismo Archivo Municipal encontramos anotaciones manuscritas sobre el desarrollo de los programas donde se especifica el recorrido de la prueba:
En la tarde de este día se verificará la regata, partiendo las embarcaciones de una boya situada frente a la desembocadura del barranco de Las Nieves hacia el Muelle, en cuya rada se situarán los premios.
El 22 de junio de 1950 el periódico local Diario de Avisos, haciéndose eco de las regatas que se celebrarán con motivo de la Bajada de La Virgen, publica la siguiente noticia de la que se desprende que el uso deportivo de la vela es una actividad, si bien no generalizada, sí desarrollada con cierta frecuencia:
Regata en nuestro puerto en la que participarán valiosos elementos del recreo y vela de la localidad, con el consiguiente reparto de premios.
El día siguiente, el mismo diario hace un resumen de la competición destacando el gran número de aficionados que siguieron las evoluciones de los participantes.
Frente a la ciudad y partiendo de la rada del puerto hasta el Castillo Real de Santa Catalina se celebró a la una de la tarde de ayer, siguiendo el programa de las fiestas lustrales de la Bajada de la Virgen, una discutida regata de embarcaciones a vela, que desde el amplio mirador de la Avenida Marítima fue presenciada con el mayor interés por numeroso público, otorgándose premios a los vencedores.
Hasta 1965 no tenemos constancia de la celebración de regatas a vela con motivo de la Bajada de la Virgen. Recordaba Ramón Vargas que las embarcaciones de los pescadores ya no llevaban el aparejo de vela latina o lo tenían en mal estado debido al poco uso. Casi todos los barcos hacía tiempo que se fueron pasando al motor, permaneciendo sólo en algunos de ellos el palo, la palanca y la vela como medida de auxilio en prevención de algún problema con la máquina. La falta de material se solventó con la ayuda del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma quien colaboró con su adquisición.
Fotografía de portada: Regata de Vela Latina Bajada de La Virgen 1965, propiedad de José Ayut.
La comisión de fiestas publica en la prensa local las fechas y normas por las que se regirá la competición:
REGATA DE BOTES A VELA LATINA
Durante las presentes fiestas se organizarán en muestro puerto tres regatas de botes a vela latina los días 14 y 16 a las 6 de la tarde y el día 20 a las 12 de la mañana. En cada una de dichas regatas se conceden TRES PUNTOS al clasificado en primer lugar; DOS PUNTOS al que se clasifique en segundo puesto y UN PUNTO al que llegue a la meta el tercero.
Los premios se otorgarán a los botes que hayan obtenido mayor número de puntos en las tres regatas los botes que participarán serán los señalados a continuación y ostentarán en su vela el número distintivo
BRAVO. con el número 1.
EL PACO, con el número 2.
SARGO, con el número 3.
BRECA, con el número 4.
ÚLTIMO, con el número 5.
SAN JOSÉ. con el número 6.
PAGEL con el número 7.
CARABA, con el número 8.
SOMACAL con el número 9.
Lo que se hace público para general conocimiento. – La Comisión de Fiestas.[5]
Tras la primera de las pruebas publica Diario de Avisos:
En el día de ayer, y poco después de las seis de la tarde se celebró la primera regata de botes que figura en el programa de las fiestas mayores de la isla.
Hemos de destacar que, pese a lo desapacible del tiempo, con viento, a veces racheado, la prueba se celebró haciendo gala los participantes de un extraordinario pundonor deportivo, así como una envidiable habilidad náutica.
La prueba, fue presenciada por una gran cantidad de público que siguió, con gran interés todos los incidentes.[6]
Fue Juan Creach Tavío, gran aficionado al mar, uno de los impulsores de la celebración de las regatas de ese año según Vargas. Regatas que serán las últimas que se celebren en la isla hasta que, en mayo de 2017, el Club de Vela Latina Benahoare organizara la Regata del Día de Canarias de Barquillos de Vela Latina, lo que supuso el inicio del retorno de esta actividad a La Palma.
Desde su creación, a finales de 2016, el Club de Vela Latina Benahoare, ha venido realizando diversas actividades en aras de lograr la implantación del deporte autóctono de la vela latina en la isla de La Palma, así como recuperar y promocionar el acervo marítimo y náutico que atesora la isla. Dichas actividades han girado en torno a la Escuela de Vela Latina de La Palma, creada en marzo de 2018, y han consistido en charlas, bautismos de mar, cursos de iniciación, regatas, participaciones en muestras de deportes autóctonos, así como colaboraciones en diversas actividades náuticas, como el Programa de Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales Canarios de la Dirección General de Deportes del Gobierno de Canarias o el Programa de Vela Adaptada de la Federación Canaria de Vela.
En el mismo sentido, ha promovido diversas acciones como la colocación de una placa en la Estación Marítima en recuerdo al velero `Pamir´ en el 60 aniversario de su hundimiento, o la creación, junto con la Rondalla Renacer y el Museo Naval, del `Encuentro de Habaneras y Música del Mar de Santa Cruz de La Palma´, que este año, si el estado de alarma no lo impide, celebrará su cuarta edición.
En septiembre de 2019 organizó unas jornadas de charlas en conmemoración del V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo, así como una regata en la que participaron, junto a los barquillos de vela latina, embarcaciones de vela ligera del Centro Insular de Deportes Náuticos de La Palma y la Escuela de Vela del Cabildo.
El Benahoare ha llevado a cabo una labor de promoción de la náutica, y más concretamente la vela latina, entre los escolares de la isla. En ese sentido, la Comisión Ejecutiva de la Comisión Nacional para la conmemoración del V Centenario de la expedición de la primera vuelta al mundo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano ha seleccionado su proyecto escolar “Velas y barquillos” para incluirlo en su programa oficial conmemorativo. Esta comisión es una entidad dependiente del Ministerio de Cultura y Deportes del Gobierno de España. Los criterios por los que se rige son: la relevancia del proyecto, la originalidad, rigor e interés cultural de su aportación a los fines de la conmemoración, el impacto previsto a nivel nacional e internacional, el grado de desarrollo y concreción en su planificación y un plan de financiación viable. El proyecto del club palmero está enmarcado en el apartado de Divulgación y Educación, que contiene la parte pedagógica y didáctica del programa, junto a recursos adecuados para los escolares y material de apoyo a los docentes.
El hecho de que la isla de La Palma figure representada en un evento de carácter global, debe ser considerado un espaldarazo a la labor de acercamiento, más allá de la práctica deportiva, de la sociedad palmera al mar, lo que repercutirá, a buen seguro, en una mayor actividad náutica.
[1] RODRÍGUEZ BUENAFUENTE, Alejandro: La vela latina canaria. Santa Cruz de Tenerife, Centro de la Cultura Popular Canaria, 2001.
[2] Pailebot de 29 toneladas construido en Santa Cruz de La Palma por Sebastián Arozena Díaz en 1919 para Gabriel Duque Méndez.
[3] Pailebot de 74 toneladas construido en Santa Cruz de La Palma por Sebastián Arozena Lemos en 1869 para Compañía La Palma. El Club de Vela Latina Benahoare ha querido homenajear a la construcción naval en la isla bautizando a sus embarcaciones con nombres de veleros construidos en La Palma, el `Mosquito´ es uno de ellos, junto a `La Verdad´, una bricbarca construida en 1873 también por Sebastián Arozena, `Breñusca´, balandra construida por Armando Yanes en 1942, y `La Fama´ bricbarca de Ignacio Rodríguez González.
[4] Diario de Avisos, Santa Cruz de La Palma (5 de mayo de 1927).
[5] Diario de Avisos, Santa Cruz de La Palma (14 de junio de 1965).
[6] Diario de Avisos, Santa Cruz de La Palma (16 de junio de 1965).